El club festeja un año de actividad con una comunidad en crecimiento y un modelo de entrenamiento que sigue marcando la diferencia
Brooklyn Fitboxing Lanzarote cumple su primer año desde su apertura en la isla, consolidándose como un espacio de entrenamiento alternativo que ha captado la atención de quienes buscan una forma distinta y dinámica de ponerse en forma. Actualmente, el club cuenta con más de 300 socios, una cifra que refleja la buena acogida del método entre residentes y visitantes.
Llegado a Lanzarote como parte de una franquicia con presencia internacional en 10 países, el club ha mantenido durante estos doce meses una línea de crecimiento constante. Su propuesta, que combina ejercicio físico con la energía del ritmo musical y el uso de tecnología para medir el rendimiento, ha conseguido diferenciarse de los modelos de entrenamiento convencionales. A lo largo de este primer año, el centro se ha convertido en un punto de encuentro para personas que desean entrenar en un ambiente cercano, motivador y con un componente lúdico que transforma el esfuerzo en experiencia.
Para Mercedes Pérez Medina, franchise leader de Brooklyn Fitboxing, este aniversario supone un hito cargado de ilusión: “cuando abrimos hace un año lo hicimos con ganas y mucha emoción, pero ver lo que hemos construido hoy junto a nuestros fitboxers es realmente especial. Contar ya con más de 300 socios nos confirma que la isla estaba preparada para un concepto de entrenamiento diferente, que te reta, te engancha y te hace disfrutar. Lo mejor de todo ha sido ver cómo se ha creado una comunidad: personas que empiezan por probar una clase y acaban encontrando aquí su momento del día, su espacio y su gente. Estamos muy agradecidos y con muchas ganas de seguir creciendo”.
Además, más allá del entrenamiento y la comunidad, Brooklyn Fitboxing apuesta por la solidaridad como eje central de su actividad. A través de su iniciativa global Hit4Change Foundation, cada golpe, cada megajulio de energía acumulado en los sacos y cada reto superado se convierten en donaciones destinadas a causas como la salud, la educación y el medioambiente. En esta línea, el club participa en campañas globales que van desde la ayuda tras catástrofes naturales hasta la investigación contra el cáncer de mama —por ejemplo, mediante la venta de productos solidarios en la “Pink Fighters” de octubre, de los cuales un porcentaje se dona a proyectos de investigación sobre esta enfermedad. En Lanzarote, esta vertiente solidaria se traduce en que los socios no sólo entrenan para ellos mismos, sino que su esfuerzo también aporta a causas sociales que afectan al conjunto de la comunidad.
Con motivo del aniversario, el club organizó, el pasado viernes, una celebración con sus socios. Una tarde memorable en la que, a diferencia de lo que suele ocurrir, los invitados no le dieron al saco sino que brindaron por muchos más años de Brooklyn Fitboxing Lanzarote.