Grupo Rafael Afonso San Roque cae en casa ante el Melilla y lo hace por la vía rápida en un partido en el que los detalles en momentos puntuales le hicieron perder sus opciones de haberse llevado alguno de los asaltos en juego para haber evitado sucumbir por 0-3.
El primer asalto arrancaba con una igualdad indestructible a ambos de la red, con los chicos del barrio manteniendo un incesante intercambio de golpes en el que ninguno de los dos parecía ser capaz de romper el marcador.
La situación se torcería con la llegada de Macarro al servicio, que conseguía abrir una brecha de seis puntos que le permitieron gobernar la recta final del primer acto a pesar de los intentos de Pinto y Chema Giménez de revertir la situación, cerrando Federico Martina el definitivo 23-25 que les dejaba con la miel en los labios a la parroquia local (0-1).
Peor fue sin duda el varapalo sufrido por los hombres de Alberto Rodríguez. El San Roque metía la directa en el inicio de la segunda manga, con Moisés Cezar haciéndose dueño de la red, haciendo gala de su apodo como rey del bloqueo, llegando a disponer los rojillos de una ventaja de siete puntos en el marcador.
Sin embargo, los gladiadores azules demostraban su calidad, aprovechaban los errores de su rival y encontraban en Macarro, Gabi Del Carmen y Federico Martina la llave de la remontada para volver a adjudicarse el segundo acto nuevamente con un 23-25 que dejaba tocado a todo el barrio.
A pesar de todo, los chicos del barrio volvían a la carga en el tercer asalto, en un duelo que volvía a llegar igualado en su recta final, en la que una vez más, la fortuna y las buenas decisiones se daban en el bando del equipo de Salim Abdelkader, que cerraba el set y el partido con un nuevo 23-25 a su favor (0-3).