Las amarillas consiguieron romper su mala racha con una buena victoria ante un Sardinero HC que plantó una muralla en la Ciudad Deportiva de 7 Palmas (3-1). El cuadro santanderino hizo dudar a las jugadoras de David Quintana, pero fueron capaces de desquitarse para cerrar un triunfo que necesitaban.
Adiós a la mala vibra. La UD Taburiente logró una victoria importante en casa ante el Sardinero con la que dejan atrás su irregular arranque de segunda vuelta. Las insulares se adelantaron muy temprano, pero vieron como el Sardi igualaba la contienda en el segundo periodo. A partir de ahí, el Tabu sufrió un poco para poder ponerse por delante, pero ya en el último periodo lo lograron para sumar 3 puntos.
Dominio amarillo que acaba con susto
En los primeros compases del encuentro fue el Taburiente el que más ritmo quiso imprimirle al partido. Las amarillas salieron con todo a presionar fuerte y eso les dio el control. De ese modo, en el primer penalti-córner del partido y en el primer disparo Agustina Gorzelany mandó la bola a las mallas de la portería del Sardinero. La argentina adelantó a las grancanarias tras solamente 6 minutos disputados (1-0).
Con ese primer paso dado, el partido se mantuvo dentro del guion que mejor le venía al Tabu. El Sardinero no podía salir de su campo, le costaba mucho construir y eso provocó que hubiera algo más de espacio en ambas zagas. El primer cuarto voló con las de David Quintana más asentadas y llevando la iniciativa, algo que quedó demostrado mediante una doble ocasión de Paula Mesones que no entró.
Águeda Moroni lo intentó con una jugada individual al poco de iniciarse el segundo cuarto, remarcando de esa manera el buen hacer de las amarillas. Aun así, le estaba faltando algo más de consistencia para poder tener más opciones de ampliar distancias. De hecho, eso era una situación un poco peligrosa por lo corto del resultado y en su primer penalti-córner del encuentro el Sardi empató el luminoso.
El Sardinero aprovechó su primera gran ocasión y puso el empate en el marcador. Eso dejó un poco tocado al Taburiente, ya que las santanderinas forzaron dos penaltis más que generaron dudas y obligaron a Cintia Santana a realizar una buena intervención. Con esas sensaciones llegó el descanso y, pese a que la UD Taburiente mereció más, no pudo marcharse con ventaja al entretiempo (1-1).
El Tabu lo borda para lograr una victoria redentora
En el inicio de la segunda parte, el Tabu quiso dar un paso al frente. Había que tirar hacia delante y las insulares fueron con todo. Las ocasiones empezaron a llegar y el Tabu pisó área con normalidad, llegando Adriana Tejera a tener un mano a mano que no pudo convertir. No obstante, el cambio de dinámica era evidente respecto al final de la primera mitad. Ahora le tocaba a las grancanarias intentar adelantarse.
Después de 10 minutos de juego de segunda mitad llegó el segundo penalti-córner del Tabu. En esta ocasión, Gorzelany no encontró portería, pero seguía generando peligro para volver a dominar. Otro penalti le dio a las de David Quintana una nueva oportunidad de adelantarse, aunque la pólvora seguía mojada. Poco después, llegó otra ocasión de Omara Fabelo que, a pesar de errar, provocó otro penalti errado.
El Sardi se estaba defendiendo muy bien y aguantó el envite con mucha soltura. El punto les podía venir bien, les podía servir, pero Omara Fabelo se inventó un golazo a la media vuelta que le daba la razón al Tabu y a su mejor juego. Las amarillas ya estaban por delante con merecimiento y convicción (2-1). El Sardinero quedó tocado y el Taburiente apretó los dientes para ir a por más sin conformarse con este resultado que ya les era favorable. Y es que las isleñas aprendieron de sus errores.
Tras varios errores, Gorzelany amplió distancias con un gran gol de penalti-córner que ya finiquitaba el partido cuando restaban algo más de 6 minutos para acabar (3-1). La UD Taburiente intentó anotar más tantos y continuó trabajando. Pese a todo, el marcador ya no se movería más y la victoria quedó en manos de un equipo, el amarillo, que rompió su mala racha jugando un partidazo que era necesario (3-1).