La UD logra su segunda victoria de la pretemporada

Segunda victoria de la UD Las Palmas en su concentración peninsular. Esta vez superó al Wolverhampton Wanderers en Marbella (2-3), en un partido que agranda las buenas sensaciones generales que están ofreciendo los jugadores de Pepe Mel en los amistosos frente a rivales de máxima categoría.

Los tantos fueron obras de Ale García, Peñaranda -antes del descanso- y Jesé Rodríguez. El entrenador amarillo optó en esta oportunidad en observar el sistema que más utilizó la pasada temporada, con buenas conclusiones generales tanto para contener como para construir.

Las Palmas jugó de tú a tú ante el equipo de la Premier League. Los amarillos se pusieron a la par con el balón, en el empleo físico y en el despliegue de sus piezas en el Marbella Football Center. Pepe Mel optó de salida por regresar al sistema con dos centrales para contener a un rival que apenas logró inquietar al meta Raúl Fernández.

En cambio, los amarillos se acercaron de manera constante al área del meta Jose Sa. Tanto Alvaro Lemos como Sergi Cardona encontraron espacios para correr y algunos de sus balones pudieron encontrar rematadores. La ocasión más clara con el 0-0 en el marcador la disfrutó Ale García, rematando al poste, aunque el colegiado la anularía posteriormente por fuera de juego. Y, más tarde, Alberto Moleiro hizo trabajar al meta rival con un disparo que salvó de excelente estirada.

A los 38 minutos marcó Alex García el 0-1. La jugada la comenzó Loiodice, con un pase profundo hacia Peñarada que, tras rebote, completó el juvenil amarillo. Pero antes del descanso de nuevo Peñaranda, interpretando un contragolpe a la perfección, puso el 0-2 para agrandar la esperanza de los grancanarios.

En el inicio de la segunda parte redujo la distancia el Wolves, con un excelente disparo de Ki-Jana Hoever. El equipo parecía acusar el cambio de escenario general pero llegó el tanto de Jesé, al aprovechar un error defensivo. El ariete no perdonó y restableció la ventaja, aunque Gibbs-White volvió a recortar a falta de ocho minutos. La jugada fue protestada por la defensa isleña que reclamó un fuera de juego no concedido.