El Granca va en serio a por los playoffs (91-81)

Tomás Bellas hacía la primera canasta del partido tras una rápida transición. Fue el ‘Granca’, no obstante, el equipo que llevó el peso del encuentro en los compases iniciales. Hombres como Webb III o Taylor no se encontraban cómodos pero conseguían aportar. El encuentro transcurría con suma igualdad (15-14, minuto 8), y el primer tiempo muerto llegaba con apenas un punto de diferencia. AJ Slaughter marcó las diferencias en la recta final con siete puntos consecutivos (20-16).

El bloque de Sito Alonso aumentó su intensidad defensiva para hacerse con el control del tempo del partido en el arranque del segundo cuarto.  Ello, junto a la aportación coral en ataque, permitía que los visitantes tomaran la delantera (22-24, minuto 15) en un marcador de tanteo bajo. La salida a pista de AJ Slaughter revitalizó la ofensiva grancanaria. El conjunto de Porfi Fisac logró retomar la delantera en el luminoso con el buen hacer de Slaughter, el mejor al descanso, y enfiló así el túnel de vestuario por delante (37-34).

Taylor abría fuego en el inicio de tercer cuarto, pero Herbalife Gran Canaria lograba volar sobre la pista.Además, Augusto Lima veía cómo los colegiados le señalaban técnica por protestar. Con ese parón, el encuentro volvió a estancarse, con un UCAM Murcia metido en labores defensivas. El conjunto murciano apretó el marcador en un partido que se convirtió en un constante viaje a la línea del tiro libre por parte de ambos equipos (51-46, minuto 28). Los últimos dos minutos de cuarto, no obstante, permitieron a la escuadra local abrir una pequeña brecha en el marcador (59-52).

Matt Costello y Tomás Bellas le daban ritmo al inicio del último cuarto. El americano sumaba los primeros cuatro puntos amarillos y Bellas convertía seis (63-58, minuto 32) en cuestión de minuto y medio. La renta local llegó a ser de hasta nueve puntos, pero UCAM Murcia no le perdía la cara al partido, peleando cada posesión en un encuentro igualado.  Los de Fisac mostraron una buena actitud, y templanza suficiente, para matar el encuentro en los últimos minutos y disfrutar de un final relativamente tranquilo, tal y como había sido el choque.