La UD Las Palmas no es grande por el dinero que ha tenido, tiene o tendrá, tampoco por los directivos que han pasado a lo largo de su historia, quizás podríamos decir que los futbolistas han ayudado a construir la historia, pero lo que sí podemos afirmar que el representativo de las Islas Canarias, fue, es y será grande por los aficionados y sus historias. El principal motor de unos colores, de un escudo y, sobre todo, de un legado que pasa de padres a hijos, de abuelos a nietos, en definitiva, de generación en generación.
Una de ellas es la historia de Idafe Alejo Rodríguez. Él era miembro de Ultra Naciente y ahora el motor del Estadio de Gran Canaria lo recuerda en cada ocasión que tiene. "Una persona noble que siempre tenía una palabra de apoyo. Siempre con buenas palabras, fiel a su gente. Especial. Es de esas personas por las que das las gracias a tu destino por habértela cruzado en tu camino", sentencian algunos miembros de la mencionada peña.
Un aficionado que tuvo que dejar al equipo de sus amores con 36 años, cuando un tumor cerebral -maldita enfermedad- decidió que iba a seguir animando a la UD desde el cielo, un fatídico 11 de noviembre de 2017: "Sentimos tristeza y rabia. Podemos decir que a nivel de Grupo fue el peor día en los casi 35 años que tenemos de vida. Y es que, a pesar de su enfermedad, los pronósticos e informes de los médicos en esos últimos días, nos agarramos con fuerza al sueño de ganar ese partido junto a él", recuerda Ultra Naciente.
Su familia sabía que sentía un sentimiento incondicional por ese equipo que empezó a seguir en el antiguo Estadio Insular: "Pasión, sentimiento, entrega, sufrimiento, alegría. Significa que si estás ingresado y conectado a una bomba de medicación y tu equipo juega, sales a la sala de visitas y te plantas delante de la televisión a ver a tu equipo. Significa que ya los auxiliares saben que, como el pijama es azul, hay que darte el que tiene borde amarillo y no verde. Significa que siempre será un Eterno Bregador", describen su familiares. 'Reggi', así lo conocían sus amigos de grada por su parecido con el exdelantero amarillo, nunca lo olvidarán: "Cualquier compañero podría contar muchísimas anécdotas que vivieron con Idafe. Hombro con hombro en la Naciente apretando en busca del gol, no sin antes, disfrutar con cientos de previas, litrona en mano y cuando el cuerpo le pedía más Unión Deportiva, se embarcaba con la tropa en los numerosos desplazamientos del Grupo".
Por ese mismo motivo, se celebra el 'Torneo Eterno Idafe' en su memoria. Inicialmente, en sus orígenes, era un torneo de fútbol organizado entre las diferentes secciones de Ultra Naciente. En esa 'reunión' futbolística, coincidió que fue la última vez que estuvo con toda el grupo, por ese motivo quieren tener "un recuerdo especial cada verano, con su propio Torneo y que vaya creciendo cada año en número de participantes como símbolo de UNIDAD entre todos los amarillos" detallan algunos miembros. Porque si para la Naciente Idafe era especial, no iba a ser menos la relación contraria: "FAMILIA. Y así además, en mayúsculas. Podría extenderme mucho más, pero creo que nada lo expresaría mejor. FAMILIA. Por encima de todo, incluso de la sangre. La UN le ha dado hermanos, de esos con los que compartes pasión, alegrías y tristezas, viajes, experiencias, hermanos a los que a veces les escacharías la cabeza, pero sin los que no te hallas. Hermanos de verdad. Hermanos que están a las duras y a las maduras. Dentro y fuera de la grada. Con los que compartir su pasión y su locura y con los que ha vivido los mejores momentos de su vida", recuerda la familia.
Lo importante es que en cada rincón del Estadio de Gran Canaria, o de donde esté jugando la UD Las Palmas, los que lo conocían siguen viéndolo "en una esquinita. Con esa mirada y sonrisa que terminaba en un 'qué pasó' 'qué fue'". Por ese mismo motivo: ETERNO IDAFE.