Pasó fugazmente por la UD Las Palmas y acarició las mieles del éxito firmando por el FC Barcelona. Pero tan pronto tocó el cielo, descendió a los infiernos. Nili Perdomo ahora disfruta de su profesión en Grecia y habla en Radio MARCA de ese tiempo en el que se sintió intocable por falta de madurez.
Debutó en Primera ante el Sevilla y jugó como titular ante equipos importantes como el Barça o el Valencia de la mano de Setién. Pero su meteórico ascenso futbolístico nunca vino acompañado de una evolución personal: "He visto las cosas bonitas del fútbol al jugar en Las Palmas y el Barça, pero me di cuenta de que estaba haciendo las cosas mal. He dado un cambio de madurez, porque estaba muy equivocado. Me creía más que nadie y trataba con malas influencias. Me di cuenta, gracias a mi pareja, que tenía que espabilar", admite el futbolista grancanario.
Su cambio de mentalidad le está ayudando a salir adelante en el Platanias griego, donde juega más cerca del área: "Este año estoy gozando de la temporada y se está notando. Mi carrera ha dado un cambio y ahora soy otro jugador diferente. Me ha servido para cambiar y mirar a la realidad", explica en la entrevista. Se ha dado cuenta de que la vida del futbolista va más allá del terreno de juego. Cree en las segundas oportunidades y esta vez no quiere volver a fallar: "No soy el de antes. Antes me pasaba el día en la calle y ahora estoy más en casa. Tengo una vida totalmente diferente"
Setién le enseñó el camino
Quique Setién le dio la alternativa en Primera División, aunque el canterano ya había debutado con el primer equipo en Segunda. Su velocidad y desparpajo le llevó a ser titular como lateral y como extremo en partidos importantes. Recuerda con cariño esos momentos, pero sobre todo la confianza que depositó el técnico cántabro en él: "Quique Setién siempre me dijo las cosas muy claras y se lo agradezco", sentencia el grancanario.