Una solución no tan sencilla

Que la planificación de la temporada de la UD Las Palmas ha sido mala, no es noticia. Jugadores de primer nivel que no han rendido como se esperaba y que hacen que un equipo con casi 20 millones de euros de presupuesto, esté luchando las últimas jornadas de LaLiga 123 por no descender.

El problema de Las Palmas -siempre y cuando cierre la permanencia- será la herencia que dejará para la próxima temporada. El límite salarial del equipo se reducirá, por lo que el club -de forma obligatoria- deberá desprenderse de algunos jugadores para respetar el famoso fair play financiero.

Fichas altas como las de Rubén Castro, Timor, Mantovani, Araujo, De la Bella o Cala no tienen hueco en un proyecto como el que piensa la UD Las Palmas de cara a la próxima campaña. Se habla de fin de ciclo y de cambio de proyecto, pero no será una solución tan sencilla como parece. La mayoría de esos jugadores tienen contratos muy amplios con el club, por lo que sus salidas no serán -económicamente hablando- una tarea fácil.

Los únicos jugadores que acaban contrato a final de temporada son Momo, Peñalba, Diego Parras, David García, Nauzet Pérez, Eric Curbelo y los cedidos Rafa Mir y Danny Blum. Jugadores con no precisamente fichas elevadas, por lo que la Dirección Deportiva tendrá que negociar con otros jugadores su salida.