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  • Granca
    01 de Febrero de 2019 - 22:58

    Partidazo y amargura (104-106)

    CB Gran Canaria

    El Herbalife salió al Gran Canaria Arena convencido de poder parar al Olimpia Milán y que la victora se quedara en casa. Eriksson, Báez y Strawberry hacían que los locales pudieran llevarse el primer cuarto, donde solo Mike James podía frenar a los amarillos. Además, la segunda unidad claretiana rindió a un gran nivel.

    El nudo del segundo cuarto fue una sucesión constante de alternancias en el marcador, de intercambio de golpes y de un juego más bien lento, con menos acierto que el exhibido por parte de ambos conjuntos en el primer acto. Los italianos sufrían para anotar. Kuzminskas jugaba de ‘4’, Omic intentaba suplir a Gudaitis, y James tenía que estar en pista para que los suyos reaccionaran. Pero el ‘Granca’ se mostró superior en ese intervalo del choque, con un Eriksson dulce que hizo que los amarillos alcanzaran el descanso con ventaja (46-39).

    Tras el paso por vestuarios, el AX Armani Exchange Milano, cuando más tocaba estaba, supo mantener el temple y los nervios para no perderle la cara al encuentro. Micov cimentó, con cinco puntos consecutivos, un parcial final de 3-13 sellado con un triple del recién llegado James Nunnally que hizo que los de Pianigiani alcanzaran el último cuarto con una renta mínima (67-68).

    Los amarillos iban a contracorriente con cada vez menos tiempo en el crono. Omic hacía daño en la pintura (80-85, minuto 38) y, con poco más de dos minutos por jugarse, el ‘Granca’ se tambaleaba a pesar de un bravísimo esfuerzo. Ese esfuerzo se vio recompensado en un último minuto de locura. Hannah conseguía un canastón, Micov replicaba con dos libres… y Marcus Eriksson hacía estallar el Gran Canaria Arena con un triple a una pierna a falta de solo dos segundos (89-89).

    James Nunnally fue el nombre propio de la prórroga, tirando de galones. El parcial del tiempo extra fue de 15-17. De esos 17 puntos, 9 llegaron desde la línea de personal tras decisiones protestadas por el respetable grancanario. Eriksson, aún así, dispuso de un triple para ganar el partido, pero no besó la red y se estrelló con el hierro. 

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